Importancia económica y evolución histórica.

La agricultura en México es un factor muy importante al grado de que al primer semestre del 2020, represento cerca del 3.9% de PIB a nivel nacional (INEGI). Además, el sector agropecuario contribuye con la generación de 10% de los empleos del país, de acuerdo con el SIAP (2018) México ocupa el onceavo lugar en producción de alimentos a nivel mundial. En su evolución, el sector agrícola ha experimentado grandes cambios con la expansión urbana, el intenso proceso de globalización y las transformaciones demográficas han configurado un nuevo entorno para el sector agropecuario (Escalante, et. al.,2005 y 2007), que cada día se acelera más. 

El sector agropecuario en la última década presenta una evolución diferente al resto de los sectores de la economía, caracterizada por un menor ritmo de crecimiento, con una mayor frecuencia de períodos de contracción, así como una mayor volatilidad que incrementa el riesgo en la producción (Escalante y Catalàn, 2008).

Retos y limitaciones de la producción convencional.

El sistema de producción convencional ha presentado implicaciones sociales negativas que no han sido adecuadamente cuantificadas, por ejemplo, daños a la salud del productor y su familia por el uso excesivo de agroquímicos, una destrucción de la estructura productiva tradicional campesina que proveía de diversidad y seguridad alimentaria a la familia, pérdida de la creatividad y protagonismo del productor, aunado a un proceso de desvalorización de la agricultura de los últimos años. En nuestro país podemos observar los efectos que reflejan los incorrectos procesos agrícolas, como ejemplo migración, aumento en los niveles de pobreza y desagrarización, donde las actividades no agrícolas representan más de 50% de los ingresos de las familias rurales, este problema se ve aumentado debido al acaparamiento de tierras de cultivo por parte de las grandes empresas, con lo que se limitan las posibilidades de crecimiento del pequeño y mediano agricultor, aunado a esto, es muy común que al productor se le engañe con insumos que prometen soluciones inmediatas sin tener él cuenta el panorama completo de las posibles problemáticas que presente el cultivo. Por ejemplo: En México se calcula que se emplean alrededor de 900 plaguicidas, principalmente en cultivos de gramíneas y solanáceas, muchas veces sin tener en cuenta el impacto ambiental que esto provoca sobre la salud del suelo, su microbiología y la diversidad natural asociada a terrenos de cultivo y otras áreas naturales que puedan llegar a ser contaminadas por los residuos tóxicos derivados de estas prácticas agrícolas inconscientes.

Es por esto que se desarrollan nuevas técnicas para el mejoramiento y la productividad como prácticas agrícolas más sustentables, maquinaria más eficiente y mayor calidad de los insumos empleados en esta actividad. 

Sustentabilidad y producción orgánica en respuesta a las nuevas tendencias y necesidades.

En los últimos años se han presentado en el mundo cambios en la demanda y el consumo de alimentos, esto se debe a una fuerte preocupación por la salud y las nuevas exigencias en cuanto a la calidad e inocuidad de los comestibles que adquieren los consumidores, así como la protección del medio ambiente, protección de la biodiversidad y los recursos energéticos. Algunas alternativas para la solución a estos problemas son la agricultura sustentable, el empoderamiento del pequeño productor, la innovación agrícola y la alineación de las políticas públicas con las iniciativas del sector privado. El crecimiento poblacional representa un reto para la producción de alimentos, pues los recursos naturales disminuyen y es necesario aumentar la eficiencia de la producción, por lo que la sustentabilidad debe considerarse un compromiso profesional de los involucrados en el sector agropecuario y no solo como una tendencia. La población mundial demanda soluciones efectivas que permitan el mejoramiento de las condiciones de vida de los seres humanos a nivel económico, social y ambiental.

En Micorrizas Suppra tenemos un fuerte compromiso por mejorar al campo mexicano, aportando los insumos y el conocimiento técnico requerido para las nuevas tendencias agrícolas que marcaran el futuro de nuestro panorama agrícola y nos llevara a una alimentación mas saludable.

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Ing. Fernando Soto | Contacto: 3321566198


Bibliografía.

Escalante, Roberto; Catalán, Horacio; Galindo, Luis Miguel; Reyes, Orlando. Desagrarización en México: tendencias actuales y retos hacia el futuro Cuadernos de Desarrollo Rural, núm. 59, julio-diciembre, 2007, pp. 87-116 Pontificia Universidad Javeriana.

Brambila-Paz, José de Jesús; Martínez-Damían, Miguel Ángel; Rojas-Rojas, María Magdalena; PérezCerecedo, Verónica. El valor de la producción agrícola y pecuaria en México: fuentes del crecimiento, 1980-2010 Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, vol. 5, núm. 4, junio-agosto, 2014, pp. 619-631 Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias