Las pérdidas en los cultivos debido a factores bióticos (maleza, plagas y hongos) representan entre el 20-40% del total de pérdidas totales en el mundo, de los cuales los hongos y oomicetos representan aproximadamente un 80%, por lo que es muy importante conocer las diversas maneras en la que podemos reducir este porcentaje de pérdidas.

Las plantas y los patógenos han estado conviviendo desde tiempos muy antiguos, ya que se ha encontrado fósiles de plantas con patógenos en sus estructuras, pero cuando empezó a tomar relevancia las enfermedades de las plantas fue en el momento que el ser humano se volvió sedentario y comenzó con los cultivos. Los reportes más antiguos de humanos datan en la Biblia cuando en Mesopotamia y Egipto reportaron pérdidas de cultivos y lo atribuyeron a un castigo divino, también en la antigua Grecia, Teofrasto describió algunas enfermedades forestales y de los cultivos de cereales, describiendo anomalías en las espigas (roya y cenicilla), además de evaluar que las plantas con algún tipo de daño son más susceptibles. Conforme pasaron los años, se fueron adoptando prácticas para disminuir los contagios, por ejemplo en la antigua Roma los agricultores trataban las semillas para mantenerlas sanas. con Salitre y Amurca (es un líquido obtenido de las aceitunas) el cual se considera como un predecesor de los fungicidas e insecticidas en la actualidad.


Para que se puede desarrollar una enfermedad debe cumplir con ciertas características, ya que de faltar alguna de estas, la enfermedad no se va a desarrollar y son las siguientes:
– Presencia del patógeno

– Huésped vulnerable.

– Condiciones ambientales favorables (humedad, temperatura).

Los microorganismos fitopatógenos no pueden atacar a todas las plantas, por regla solamente pueden infectar un número limitado de huéspedes, aunque existe una clasificación conocida como omnívoros, estás pueden atacar múltiples especies de diferentes taxonomías, como es el caso de Botrytis cinerea. 

Es por lo que se recomienda hacer rotaciones de cultivos de taxonomías diferentes, porque las enfermedades disminuyen debido a la selectividad de la mayoría de los patógenos.

INTERACCIÓN HONGOS FITOPATÓGENOS/MICORRIZAS

 Debido a que las plantas no tienen un sistema inmunológico como los animales, la respuesta de defensa ante los ataques es más lenta, estas, tienen que crear compuestos al momento para combatir el ataque. Para tratar las enfermedades fúngicas normalmente se usan productos químicos para su control, pero últimamente se han buscado alternativas orgánicas/naturales efectivas para disminuir su incidencia o controlarlos directamente, la tendencia y necesidad tanto de nosotros como del planeta es emigrar a un horizonte más natural y menos contaminante, el uso de Micorrizas es especialmente buena para esta tarea. La actividad de las micorrizas en la planta tienen dos vías principales para las enfermedades fúngicas, primero lo más conocido de las Micorrizas, la  nutrición, debido a las estructuras que forman los hongos al momento de la colonización fungen como extensiones radiculares para aprovechar y tomar nutrientes y agua, de esta manera la planta tiene una mayor tolerancia al estrés biótico y abiótico. Por otro lado, contamos con la  Bioprotección, esta vía es por medio del recubrimiento por las estructuras del hongo alrededor de la raíz, de esta manera funcionando como una barrera que impide la colonización de otro hongo, es decir, como competencia por espacio, pero, en Micorrizas Suppra contamos con cepas de hongos que funcionan como biofunguicidas, esto debido a los compuestos que libera a la rizosfera, estos exudados también promueven a que más microorganismos benéficos lleguen a la planta, logrando una mayor diversidad microbiológica en la rizosfera. Pero otra vía no muy conocida es la Resistencia Sistémica Inducida (RSI), esto porque al momento de que los hongos micorrízicos al momento de colonizar la raíz, activan en la planta genes de defensa y rutas metabólicas, porque la planta cree que está siendo atacada, en estas rutas están involucrados fitohormonas como el ácido jasmónico y etileno, ya que estas hormonas llevan a la síntesis de sustancias tóxicas para los fitopatógenos (fitoalexinas por ejemplo). Pero al darse cuenta que la colonización no es un ataque, no ataca a la Micorriza, tenemos la ventaja que los compuestos de defensa ya están listos en caso que sea atacada por algún hongo, de esta manera el tiempo de respuesta de la planta contra un ataque es más rápido.

En Micorrizas Suppra, además de contar con Micorrizas para brindar lo dicho anteriormente, contamos con otros productos orgánicos para aumentar la resistencia contra las enfermedades, tal es el caso del Silicio Suppra, el cual se acumula en las estructuras de la planta formando una película que disminuye la entrada de las partes del hongo que ataque a nuestra planta. Además la utilización de Amino Suppra después de un ataque ayuda a que la planta se recupere más rápido y para mejorar las condiciones de nuestro suelo con una diversidad de microorganismos, la suministración de Humus Suppra es idóneo para esto, además de mejorar las cualidades físicas y químicas de nuestro suelo por su origen en las lombrices californianas.